La grandeza de Oporto, algo que me tiene un encanto natural, aunque el trafico es horrible no te comen a pitazos ni te gritan. La repostería es increíble y precio muy asequible. Visite esta cuidad en invierno y creo que fue un acierto. Fue una visita corta pero agradable y divertida.
Faltáche comentar como son as súas rúas... esas costas e subidas empinadas nas que necesitas tomar aire... Polo demais un acerto de viaxe.
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